CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE DE LA CTE



Quito. DM. 27 de Junio de 2019



CARTA ABIERTA
AL PRESIDENTE DE LA CTE

Edgar Sarango.

En los últimos dos años, he presenciado como ha pasado Ud., de combatir la política antisindical de Correa, a ser soporte de la política Neoliberal y anti obrera del régimen actual. Bueno no sólo he sido testigo, sino frontal crítico de tan sui-generis cambio.

Yo vengo de una corriente política que sostiene que un mundo sin explotación, sin dominación (de clase, imperial, de género, etc.) y sin discriminación; donde la humanidad viva en equilibrio con la naturaleza, es posible. Como tal, no he dejado de combatir el orden dominante y a sus soportes: el oportunismo y el burocratismo.

En éstos días Ud. protagoniza un vergonzoso consenso de REGRESIÓN LABORAL, que forma parte del acuerdo del gobierno con el FMI.

Esta idea de revisar los derechos laborales, conquistados por los trabajadores del MUNDO, durante el siglo XX, surgió del seno del Capital, de las Burguesías. Esta idea responde a la necesidad de superar la crisis general del capitalismo, imponiéndose a la clase obrera; desorganizándola, segmentándola, precarizándola, empobreciéndola.

¿Ejemplos? Claro, lo que Ud. acaba de firmar, (que añade un eslabón más a la cadena de traición y apostasía, de la que se destacan: el apoyo a las enmiendas constitucionales y a la ley de justicia laboral; el pronunciamiento político conjunto de dirigentes sindicales y empresariales).La reformalaboral, que propone: Desregular la jornada de trabajo y que ésta sea manejada por el empresario, evitándole a éste el pago de los recargos por horas suplementarias y extraordinarias; retrocediendo 103 años de legislación laboral ecuatoriana. Eliminar el recargo del 35% en contratos eventuales y ocasionales; contratos de los que han abusado los empresarios para imponer trabajo inestable y ultra barato. Eliminación de la indemnización por despido intempestivo, en nuevos emprendimientos.

Y parece que no serían los únicos “cambios”, pues el ministro Madero, anuncia que se vienen consensuando otros, tales como: Ampliación del contrato aprueba a tres años, facilitando a la patronal contar con una plantilla de trabajadores inestables e itinerantes. Eliminación de jubilación patronal y del reparto de utilidades, revisión del calculo de la bonificación por vacaciones.

Esto sólo tiene un nombre: inestabilidad y precarización del trabajo. Y conduce a mayor debilitamiento de la organización sindical, pues los trabajadores ocasionales y eventuales no pueden sindicalizarse.

Ud. reconoce ante el periodista, Francisco Herrera A, a quien no desmintió, que el UNICO proyecto de reforma laboral, que se viene aprobando, es el de los EMPRESARIOS. (20-05-2019, Ecuador Inmediato). Dicho en términos políticos, se ha sometido a la ofensiva de la burguesía, sin dar batalla, sin convocar a los trabajadores a darla.

¿Tan difícil era? Veamos. Repasemos los justificativos que exponen nuestros explotadores. Según ellos, los salarios y la legislación laboral, son la causa del estancamiento de la economía ecuatoriana. Por tanto, requerimos cambiar esa normativa para salir de bache, ganar en competitividad y generar empleo.

Que curioso. ¿No le parece familiar esta retórica? Pero si es la misma que utilizan Ud. y Miguel García, en la CTE. En fin, aclaremos las ARGUSIAS EMPRESARIALES.

El Ingreso per-cápita del Ecuador ($ 6189) está por debajo de la media latinoamericana ($ 9000). Además, Ecuador, es uno de los países más caros de la zona (recordemos lo barato que resulta comprar en Colombia, Perú, Argentina, etc.) Es decir, menores ingresos, precios más altos, pero no tenemos mayores tasas de empleo.

Según El Foro Económico Mundial, Ecuador ganó en competitividad, 41 puestos en el mundo, desde 2010 al 2016. Sin embargo el empleo se mantuvo estable.

Durante más de 10 años de tercerización, hasta el 2008, el empleo se mantuvo en niveles constantes. Ese año, los empresarios anunciaban que la eliminación de la tercerización traería despidos y desempleo; y se eliminó, pero el empleo y el desempleo, se mantuvieron estables. (Jhonatan Báez).
¿No bastan estos hechos para desmentir a los empresarios? Entonces, profundicemos.
Existe una coincidencia entre todas las corrientes de la Economía Política; ésta es, que el EMPLEO, es un elemento ESTRUCTURAL de la economía.

Durante los últimos 60 años, la empresa privada, nunca empleó más del 30% de la población en edad de trabajar (PEA). Ni siquiera en los períodos de mayor crecimiento, por ej. el boom petrolero, este ha sobrepasado ese porcentaje. Junto al sector público, el pico más alto de empleo al que han llegado es 52% de la PEA.

Es decir, el sistema económico ecuatoriano, no tiene capacidad de incorporar entre el 50% y el 60% de su población en edad de trabajar.

El que produce desempleo es, entonces, este sistema capitalista dependiente, primario-exportador, la clase dominante de éste sistema, la burguesía rentista.

Le doy un dato o dos, más. Apenas el 1,08% de esa burguesía reinvierte sus utilidades para ampliar sus negocios. Y los que lo hacen, máximo invierten el 30% de las mismas. Esto significa que del 70% al 100% de la Ganancia, producida por los trabajadores, se va al fondo de consumo o al atesoramiento de riqueza en manos de esa oligarquía. Esta, no tiene visión histórica para industrializar, para diversificar, para desarrollar la economía, y, por tanto, el empleo.

Esta misma Oligarquía, fusionada al capital transnacional ha monopolizado la economía ecuatoriana: del conjunto de empresas, las más grandes representan el 12% y controlan el 92% del mercado; en tanto que un 42% de las mismas, entre medianas y pequeñas, apenas acceden al 4% del mercado. En el caso de las farmacéuticas; el 96% del mercado de fármacos lo controlan 4 empresas transnacionales (extranjeras)

Este dominio de los monopolios lo podemos ver, también, en las compras del Estado. En el año 2010, la economía popular y solidaria provee el 60% de las misma; y las grandes, proveen el 40%. Para el año 2017, las cosas se invierten, las pequeñas proveen el 30% mientras que las grandes copan el 70% de tales compras.

No se puede hablar de libre competencia entre grandes y pequeñas empresas en nuestro país. Menos si tenemos en cuenta las tasas de interés bancario, de usura, de hasta el25%, que deben pagar los pequeños y medianos productores.

Este panorama de monopolización, las tasas usurarias de interés bancario, conducen a la ruina a los pequeños productores. El año pasado fuimos testigos de la lucha y la resistencia a esta implacable tendencia del capitalismo: arroceros, cañicultores, lecheros, pescadores artesanales, imprentas, economía popular y solidaria; todos entre la vida y la muerte, enfrentados a los poderosos empresarios.

Miles de ellos son empujados a la ruina. Estos, junto a los hombres y mujeres para quienes nunca se generó puestos de trabajo, y, junto a los obreros despedidos, van a formar ese ejército de informales y desempleados. No son las leyes laborales, Edgar, las que generan informalidad y desempleo.
Como ve, es una argucia, una falacia, que cambiando las leyes laborales, precarizando el trabajo se creará empleo. No se crea empleo por decreto, dictando una ley. El empleo, como elemento estructural de la economía, depende de la fortaleza del eje de acumulación de la economía, de la pujanza histórica económica de la burguesía, de la capacidad del Estado para direccionar los procesos de acumulación. Coyunturalmente, el empleo depende del Ciclo de la economía.

Las leyes reflejan algo distinto. Expresan la correlación de fuerzas de la lucha de clases, en un momento determinado. Momentos de conquistas de los trabajadores y momentos regresivos.
Mire como se alinean las fuerzas sociales en torno a la contrarreforma laboral. A favor los empresarios, los políticos de la derecha fracasada y quien les ordena a todos ellos, el FMI. Y quienes le hemos salido al paso, todas las organizaciones sindicales (FUT, CUTCOP, PL, Coordinadoras Provinciales), movimientos sociales, intelectuales críticos, etc.

Ante esto, reacciona Ud. con una maniobra maniquea. “Lo peligroso (escribe) de todo lo que está sucediendo en el país y particularmente en el FUT y en menor escala al interior de la CTE, es que desde algún tiempo atrás se nota un claro malestar por la presencia que hemos retomado nivel nacional e internacional…

Todas las redes apuntan a destruir la CTE…

Apuntan a destruir la imagen del presidente de la CTE con ataques cobardes y anónimos, propios de gente que desde su posición no son más que carentes de toda moral.” (Informe Presidente CTE al Comité Ejecutivo, 21-05 2019).

Bueno, habrá que ver cuántos de quienes condenan las reformas laborales, de los que se han desafiliado de la CTE como protesta a las mismas, lo hacen por envidia y cuantos tienen sobradas razones para hacerlo.

Esta forma de interpretar la polémica y las críticas que ha levantado el ”consenso” flexibilizador, le ubica a Ud. del lado de la patronal. Parecería que se empeña en poner un granito de arena a las argucias de la burguesía, para defender la flexibilización laboral. La verdad, Ud. no se detiene ante nada: ni la mentira, ni la intriga ni la calumnia. Primero, negó el consenso. Mas tarde, decía que éstas reformas sólo son para nuevos “emprendimientos”. Luego intentó mimetizarse, presentándose como delegado del FUT, pese a la persistente descalificación de las Centrales fraternas. Y, por último, la intriga y la calumnia: todos los críticos, son envidiosos, enemigos de la CTE, financiados por los correistas. Y, hasta ahora no presenta ni el texto de las reformas que firmó; ni desmiente al ministro Madero, las reformas que éste anuncia; ni exhibe ninguna prueba que confirmen sus acusaciones. Y, durante todo éste tiempo ha defendido la contrarreforma, atribuyendo a ésta el objetivo de generar empleo.

Le diré, claramente. Yo no me trago semejante sapo de envidiosos y enemigos de la CTE. Tampoco me trago su falacia de que hay compañeros que más creen en la prensa amarilla que en su palabra. Son los audios y videos de las comparecencias del ministro Madero el testimonio de lo que Ud. firmó. Y, son a la vez, el objeto del rechazo general.

Menos aún, me trago la argucia del empleo formal para desempleados e informales.

La forma como llegó Ud. al Consejo Nacional de Trabajo y Salarios, hubiese quedado en el olvido, de no ser por el pacto firmado en el mismo, con semejante contenido super explotador. Llegó Ud. a hurtadillas; no lo sabían, no lo nominaron, ni la CTE ni las Centrales fraternas del FUT. Tampoco fuimos informados de lo que se venía fraguando en ese Consejo. Y, peor todavía, consentimos lo que aprobó.

Quiso negociar solo, con los empresarios y el Gobierno. Y una vez que cerró el pacto, nos exige fidelidad. Quiere un pacto entre dirigentes que nos aleje de las bases y nos perpetúe en el poder, una complicidad del poder. Nada de lo que ocurra en la Directiva deberá ser conocido por nadie; discreción absoluta. Peor todavía, discreción y complicidad con todo lo que diga y haga el Presidente de la CTE. Y para la base, falacias y mentiras.

¿No es en ese ambiente de secretismo y amarres en las alturas que se llevaron a cabo reuniones de un pequeño grupo de dirigentes, seleccionados por Ud., con los señores (como indica, uno de sus asistentes, c. Iván Morales), sin que nadie informe de la mismas y de la finalidad con la cual se realizaron? Por ej. de la reunión con Paul Granda, Richard Martínez.
Es en ese espíritu de secretismo y complicidad que no se entrega a los miembros del Comité Ejecutivo, ni a la base el texto de reformas que consensuó con los empresarios y el Ministro.

Una vez más le exijo; someta el texto de reformas acordadas en el Consejo Nacional de Trabajo y Salarios, al escrutinio de los trabajadores del país. Convoque al Consejo Directivo Nacional de la CTE, pidamos una Convención Nacional del FUT donde pueda exponer lo patriótica, ecuánime, equilibrada que fue su actuación.
Ud. sostiene que es un hombre ORGANICO Y DE PRINCIPIOS. Mi pedido es pues, cosa sencilla, mero trámite.

¿Teme que le recordemos cómo llegó al Consejo de Trabajo y Salarios? ¿Le incomoda que se conozca que ya en febrero 2018, le señalé que el Acuerdo ministerial del Dr. Raúl Ledesma que modifica la jornada de trabajo, era flexibilización laboral, argumentación que fue respaldada por la Dra. Sonia Valdez y el Dr. Gabriel Recalde? ¿Esperaba que pisoteemos la bandera de la CTE, luego que Ud. la arreó y enfangó?

Ud. conoce del acumulado histórico y de lucha de la CTE, o por lo menos algo se habrá enterado. O, sino le pongo en alerta. En esta Confederación, hay mujeres y hombres dispuestos a luchar por los derechos de los trabajadores, por sus intereses de clase; dispuestos a enfrentar la codicia empresarial, dispuestos a eliminar la explotación del hombre por el hombre.

El Sindicalismo no se organizó para alcahuetear a los explotadores. El Sindicalismo se organizó para defender los intereses de los trabajadores, para conquistar y defender sus derechos. Y la CTE se organizó POR LA LIBERACIÓN DE LOSTRABAJADORES.

Atentamente,

Washington Espín Vallejo
SECRETARIO DE EDUCACIÓN C.T.E.




Comentarios

Entradas populares de este blog

Los indígenas se mueren

Alejandro Moreano: La carne y el hueso de un intelectual *