EL CONGRESO DE LA CTE Y LA UNIDAD DEL MOVIMIENTO OBRERO


EL CONGRESO DE LA CTE Y LA UNIDAD
DEL MOVIMIENTO OBRERO







Aún no declina la alegría del éxito alcanzado en el transcurso del XXV Congreso de la Confederación de Trabajadores del Ecuador y aún con cabeza caliente es pertinente hacer un par de reflexiones sobre lo que allí ocurrió y su significado, pues no es suficiente con el regocijo interno o con la satisfacción de los resultados.

Este tipo de eventos suelen desarrollarse en medio de discrepancias, reclamos e incluso escaramuzas o enfrentamientos entre sectores de trabajadores o la participación de listas que enfrentan a los diferentes grupos, con el abandono de algunos de ellos en ocasiones y con el distanciamiento de los grupos contrincantes, lo cual se constituye en un debilitamiento del movimiento obrero y de los trabajadores.

En esta ocasión el Congreso celebrado se mantuvo de principio a fin, dentro de los mejores términos y relaciones entre las delegaciones participantes y eso evidentemente es parte de la felicidad y el éxito, como resultado de una cohesión de los trabajadores en torno a sus organizaciones y a la Confederación, ya que han identificado que tienen en común un mismo enemigo de clase, que es una política antiobrera, que amenaza con la existencia de su movimiento y que ha violentado derechos históricamente consagrados, incluso considerados ya como parte de los derechos humanos, la huelga, la sindicalización y la contratación colectiva, sin mencionar la agresión desde todas las funciones del Estado en contra de trabajadores, campesinos, jóvenes, mujeres, ancianos y discapacitados, la criminalización de la protesta social y juicios en contra de jóvenes, de dirigentes sindicales y de campesinos, en tanto se beneficia a los grandes millonarios, a la banca y a las transnacionales, y simultáneamente se vende ante el mundo una falsa imagen de lo que acontece en el Ecuador.

El congreso contó a tiempo completo con la presencia de delegaciones internacionales y de la Federación Sindical Mundial de la cual orgullosamente somos parte, y contó también en la Sesión Inaugural con la presencia de las otras tres centrales sindicales integrantes del Frente Unitario de Trabajadores, con la CEOSL, la CEDOC y la UGTE, con la presencia de la UNE y del Frente Popular y de otras organizaciones sociales participantes en el FUT.

Sobre estas organizaciones que nos acompañaron es necesario hablar, porque hay sectores especialmente fuera de la CTE que ahora cuestionan que estemos juntos, pero debemos recordar que el FUT existe hace 40 años como el referente de las luchas de clase en el Ecuador, que fuimos parte de los promotores e impulsadores de ese Frente, porque quienes se encuentran en las diferentes centrales sindicales son trabajadores con similares derechos, con los mismos explotadores, son agredidos por igual por la patronal y la derecha que almuerza y cena en el palacio de gobierno. Porque el principio de unidad de los trabajadores partió desde los años 1800, cuando Marx y Engels fundaron la AIT, la Asociación Internacional de los Trabajadores, conocida como la Primera Internacional y fue esa Asociación la que les encargó a los dos escribir el Manifiesto Comunista, y cuando esta AIT desapareció luego de la muerte de Marx, identificó Engels la necesidad de continuar y fundó la Segunda Internacional, pero era con todos los trabajadores, de todas las tendencias y países, condiciones y organizaciones
posibles, al calor de un intenso debate ideológico, posteriormente las condiciones demandaron la creación de una nueva organización la Tercera Internacional conocida como Internacional Comunista fundada por Lenin, pero la consigna fue siempre la de unir a todo el movimiento obrero posible, o acaso se han olvidado de la consigna famosa de “Proletarios de todos los países uníos” hoy más vigente que nunca cuando la derecha arremete en todo el planeta en unos lugares con su propio uniforme de derecha y en otros con uno ajeno y disfrazados de revolucionarios, como en el caso del Ecuador.

El documento de la CTE lo recoge y volveremos a repetir que el Art. 2 de sus Estatutos fundacionales de 1944 que habla de los objetivos de la Confederación dice: “n) Por construir la unidad de los trabajadores dentro de las normas organizativas de la CTE y de sus principios, como elemento indispensable para obtener los objetivos ya señalados”. Y en los Estatutos de 1990 aún vigentes en el Art. 3 que se refiere a los fines principales de la CTE dice: “e) Trabajar por la unidad orgánica de todos los trabajadores en una sola Central Nacional...” y mientras eso diga lo seguiremos cumpliendo y eso no lo vamos a cambiar. Eso es lo que en cualquier país se requiere de sus trabajadores, obreros, campesinos, sectores populares para un proceso revolucionario, en eso estamos hace más de cuatro décadas y en eso seguiremos hasta triunfar.

El Congreso demostró que la posiciones antiobreras y conciliadoras, que las posiciones socialdemócratas al interior de los trabajadores, son cada vez más débiles, tanto de ellos como de sus asesores y de todos los que se han reunido para hacer el coro a quienes están en contra de los trabajadores, de quienes han coincidido bajo los principios de la traición al movimiento obrero, de testaferros políticos que han prestado sus nombres y el de las organizaciones que no les pertenecen para llevarlas por otro rumbo, pero los trabajadores que conforman esas organizaciones cada vez están más conscientes de eso y en número creciente manifiestan su deseo de reintegrarse a la CTE; tendrán en esas organizaciones que depurar sus filas, identificar a esos dirigentes corruptos que se vendieron al enemigo de clase, expulsarlos de sus filas y asumir con dignidad su rol junto a las organizaciones de clase, que no traicionamos a los trabajadores.
Ese fue el contenido del XXV Congreso, después de atravesar tiempos difíciles, necesitamos profundizar la lucha ideológica, esto es desenmascarar el engaño a los trabajadores y al pueblo, y para ello los trabajadores y sus dirigentes requieren estar armados con la teoría revolucionaria, para no ser víctimas de los cantos de sirena. Los trabajadores demandan capacitación, pero no solamente la capacitación sindical sino una formación ideológica política que les permita ser mejores dirigentes sindicales y esa capacitación estamos en condiciones de dárselas a los trabajadores y a todos los que requieran de ella, pues la teoría revolucionaria del marxismo leninismo, es parte de los logros de la humanidad y está a disposición de ella, pero obviamente que a quienes les sirve como instrumento de liberación es a los obreros, a los trabajadores y sectores populares.

Estas no son las sabatinas del Presidente para decir que todo está bien, tenemos demasiadas falencias en el movimiento obrero, en las organizaciones de trabajadores, sociales y populares en buena parte debido a toda la agresión ideológica de que hemos sido víctimas ante un aparato de propaganda ideológica falsa desde una supuesta izquierda gubernamental, que no
hemos podido enfrentar porque no disponemos de los medios que el gobierno si los tiene, y si los habríamos tenido ya los habrían clausurado. Es una batalla extremadamente desigual, pero estamos del lado de la clase más y verdaderamente revolucionaria en el capitalismo que es la clase obrera, que son los trabajadores, y junto a ellos los demás explotados y eso nos da la seguridad del triunfo y de la construcción de una nueva sociedad de los trabajadores, esa sociedad del socialismo a secas porque no existe ningún otro socialismo, porque no es posible una sociedad de los trabajadores junto al dominio económico de sus explotadores. Porque no es posible construir socialismo dirigidos por un presidente que considera que el capitalismo moderno nos conviene a todos, porque el socialismo no se lo hace a nombre de los trabajadores, sino que son los trabajadores quienes lo construyen.

Siendo autocríticos, no podemos echar la culpa a otros de que ellos hagan lo que nosotros hemos dejado de hacer, muchos de los nuestros han abandonado el qué hacer, para dedicarse al qué decir. La primera y fundamental condición o principio para estar en el FUT es la defensa de los derechos de los trabajadores, esto no es negociable, cualquier otra cosa la podemos discutir; no importa tanto el pasado sino el presente de las organizaciones, porque si algunas en el pasado estuvieron en un camino equivocado y hoy están en el correcto del lado de los trabajadores, allí tenemos que estar; otras organizaciones que incluso fueron parte de nosotros como la Federación Ecuatoriana de Indígenas y que fue como muchas otras cooptada por el gobierno, en cuanto corrijan su camino y estén del lado de la defensa de los campesinos, de los trabajadores y explotados, como históricamente lo hicieron, serán bienvenidas nuevamente a nuestras filas, porque nuestra política es de unidad, porque el gobierno utiliza la resta y la división de todo tipo de organizaciones, en tanto que nuestras operaciones son de suma y de multiplicación. Pues son esas organizaciones la materia prima para la revolución.

Fue este Congreso como habríamos querido que sean muchos otros congresos anteriores, y por ello nos felicitamos y felicitamos a los trabajadores que pertenecen a nuestra Confederación, así como también a las otras centrales que conforman el FUT y a las organizaciones que son parte del Colectivo Nacional de Dirección, pues como lo recoge la consigna del Congreso y como lo demuestra la reelección del c. Edgar Sarango como Presidente de la CTE: “Estamos en el camino correcto” y seguiremos en él.

Lisímaco Velasco
ASESOR POLÍTICO CTE

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