CON ELLOS Y CONTRA ELLOS



“no debemos tener miedo de confrontarnos, hasta los
planetas chocan, y del caos nacen las estrellas”


Tras la categorización de la universidad por parte del CEAACES como una entidad de categoría “b”, queremos ubicar unos elementos en la discusión que consideramos relevantes, dado que ahora quienes enfrentaron en un primer momento las discusiones y reforma insinúan que el resultado es producto de una persecución política.

1 Debemos aclarar que hoy marchamos en conjunto como universitarios porque lo somos, hacemos parte de este cuerpo colectivo superior no por asuntos raciales o de cualquier otro tipo de marginación o segregación social o cultural, somos parte de una institución de educación superior porque podemos pensar y resolver problemas y hoy nuestra voz es fundamental para darle salida a los grandes retos de la sociedad ecuatoriana como expresión del acumulado colectivo de conocimiento, cultura y sueños. No estamos con quienes instrumentalizaron, desde nuestra misma institución, un proceso de acreditación sin discusión previa y ahora se justifican en decir que éste es resultado o producto de una supuesta “persecución política”; no creemos en esto, más si vemos una aplicación del poder dentro de nuestra institución que ha puesto sus énfasis en la represión no de aquellas conductas que todos reprobamos, sino en el ataque y suspensión de toda crítica, de todo análisis distinto y de opiniones que contravengan cualquier disposición que ha permitido que la autonomía y la vida académica termine expuesta a una descategorización de nuestra vida autónoma, la cual no encontró en sus “autoridades” defensa alguna, sino verdugos que terminaron aceptando lo impuesto desde afuera de ella por los organismos estatales y ahora no aceptan el juego que ellos legitimaron.
2 Estamos con todos por la defensa de la educación superior, abierta, pública, autónoma, científica, investigativa, vinculada al pueblo y sus necesidades, con financiación estatal, pertinente frente a las necesidades de la sociedad ecuatoriana, crítica ante las realidades del poder y capaz de autorregularse generando espacios de participación autónomos y dinámicos en los que el pensamiento y argumentos se impongan ante los intereses políticos particulares, lo mismo que con la conciencia plena al respecto de ésta universidad tendrá que garantizar y mantener carreras y programas que no son importantes, para el capital o para el supuesto cambio de “matriz productiva”, pero fundamentales para el espíritu de la sociedad ecuatoriana y la humanidad, y procurará enriquecerse con Antropología, Historia y otras carreras que aún hoy, en esta Universidad Pública, no ofrece para recuperar nuestra memoria de país, y avanzar con claridad hacia el fortalecimiento de nuestra diversidad y plurinacionalidad más allá del discurso de una elite burocratizada.
  3 Dentro de las dinámicas de los procesos sociales podemos siempre encontrar elementos que van a la par en un movimiento que se sustenta en las diferencias, que se oponen internamente pero que poseen por este mismo hecho una energía y características que les permite avanzar. Hoy estamos en unidad con todos por nuestra Alma Mater, y somos diferentes y queremos que se tenga presente que la diferencia enriquece el debate. Más los responsables de los resultados de esta categorización tienen nombre propio, y en los diferentes niveles de la administración, los cuales se han nombrado a dedo, hay que procurar darnos cuenta que existe complicidad con lo ocurrido. Por lo tanto es urgente recuperar los espacios democráticos que garanticen la transparencia y discusión de las diferentes propuestas y dificultades que se dan al interior de las unidades académicas con el fin de democratizar y fortalecer en términos reales la autonomía y el sano ejercicio del poder.
Ahora enfrentamos una situación en la cual hoy avanzamos en conjunto por la defensa de la universidad pública como un baluarte del pueblo ecuatoriano y como una apuesta a través del tiempo de todos los proyectos de avance social que se han consignado durante años de práctica académica e investigativa, que no pueden ser “categorizados” a partir de normas y procesos foráneos, desconociendo la historia y peso que se han logrado con el ejercicio del pensamiento crítico.
Contra ellos estamos en el sentido de no avalar la mediocridad que sin ningún criterio acepto una reforma que fue impuesta desde arriba, con cánones extranjeros desconociendo el contexto histórico real de nuestras instituciones universitarias y su papel en la vida académica, política y cultural del país.
Consideramos que la realidad del país nos llama a unificar fuerzas por un proyecto de universidad que integre la discusión nacional y nos permita entrar a pensar como país, a pensar nuestros proyectos y propuestas para hacer un camino conjunto no impuesto.


ASOCIACIÓN DE ESTUDIANTES DE LAS CARRERAS DE SOCIOLOGÍA Y POLÍTICA.

Quito, 3 de diciembre de 2013.

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