CARTA ABIERTA AL SEÑOR RECTOR EDGAR SAMANIEGO ROJAS


CARTA ABIERTA AL SEÑOR RECTOR EDGAR SAMANIEGO ROJAS

Señor Rector:

Por medio de mi voz, manifiesto el descontento de los estudiantes de las carreras de Sociología y Ciencias Políticas (¡no públicas!), frente al conjunto de conflictos que nos aquejan, y los cuales a final de cuentas, responden a su gestión como principal autoridad de la Universidad.

 Durante los últimos cuatro años de su gestión la universidad ha vivido una reforma educativa impositiva desde el Estado, que se han traducido en meros cambios superficiales de la estructura física, pero dejando de lado el respeto a la autonomía universitaria y destruyendo a su vez la democracia en la universidad. Frente al desmantelamiento de la planta docente por criterios de edad; la inoperante acción de la burocracia universitaria que afecta a los sueldos de profesores, a la matriculación de estudiantes y toda tipo actividad académica; la truncada e irreal participación estudiantil en el cogobierno y en las elecciones de autoridades; la reducción de ingreso de aspirantes a las carreras desde la imposición del sistema nacional de admisión; la relegación de la FEUE en manos de Nueva Universidad a un aparato de publicidad en elecciones y organizadora de conciertos, descuidando los espacios de debate y defensa de nuestros derechos; la intimidación de profesores y estudiantes a través de los sumarios administrativos; en un ambiente donde la autonomía universitaria y de las facultades se ha reducido a una mera formalidad, que centraliza la administración y entorpece la vida académica.

 Ante todo esto nos surgen algunas interrogantes. Si usted ha cesado a gran cantidad de profesores por el límite de edad estipulado en la ley. Entonces, ¿debería renunciar, o apoyar a sus compañeros docentes ante una LOES que los excluye sabiendo que en muchos casos se trata de valiosos elementos en nuestro sistema educativo y el de toda la universidad pública? Como fue el caso de Nicanor Jácome en nuestra carrera, que aun siendo una autoridad elegida por estudiantes y profesores, fue obligado por usted a renunciar.


Si usted ha mencionado que los problemas burocráticos en la universidad son mínimos e inculpaba a cada facultad por ellos ¿No es usted acaso el que nombra a decanos, directores de carreras y demás personal administrativo? Además, ¿desconoce la existencia de profesores que todavía no son remunerados, la odisea de estudiantes que intentan matricularse y la detención de varios proyectos de investigación por causa de los torpes trámites burocráticos? Si su abierta crítica a la “vieja universidad” se refería a los mecanismos de control y perpetuación de la FEUE y las autoridades, y el garrote a las discrepancias. Entonces ¿Lo que anteriormente se hacía por medio del garrote ahora se lo realizará con el sumario y por la hábil manipulación de los reglamentos y estatutos? Por último, de continuar su gestión, ¿avanzará la reforma educativa del Estado que anula la autonomía de nuestras carreras y arrebata la democracia a los estudiantes en el cogobierno?

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