La Carrera de Política de la Universidad Central del Ecuador*




Por:  Nicanor Jácome
         Napoleon Saltos

Proceso histórico

El 21 de junio de 1960, mediante acuerdo del Consejo Universitario, se funda la Escuela de Ciencias Políticas, adscrita a la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central.
Inicialmente los contenidos curriculares de la Escuela fueron una extensión de los contenidos de la Escuela de Derecho, en ese entonces referente de “una matriz jurídica liberal-humanista en el pensamientosocial y político de la época”.
A partir de la intervención de la Junta Militar en 1963, la Escuela de Ciencias Políticas entra en receso y aparece la Escuela de Sociología y Antropología, bajo los auspicios de la Universidad de Pittsburg, con lo que se buscaba “institucionalizar una sociología ligada a las necesidades del Estado con el predominio de las corrientes funcionalistas y estructuralistas”.
En 1967 se funden estas escuelas en una sola institución denominada “Escuela de Sociología, Ciencias Políticas y Antropología”, con un pénsum más específicamente relacionado con las ciencias sociales, aunque todavía restan algunas materias relacionadas con derecho.
Esta fase está influenciada por la orientación impulsada por Agustín Cueva: la ligazón de las ciencias sociales con las humanidades y la literatura, el cimiento de las ciencias sociales en la historia del país y en el pensamiento crítico, particularmente en el marxismo y el latinoamericanismo.
Con la reapertura de la Escuela en marzo de 1971, después de la clausura de la Universidad decretada por la dictadura de Velasco Ibarra, se inicia un profundo proceso de “autogestión” y cambio.
Se consolida un pénsum articulado en torno a cuatro líneas:
las teorías críticas, en particular las corrientes del estructuralismomarxista; el pensamiento latinoamericano, en particular las teorías de la dependencia; el piso histórico de las ciencias sociales; y un fuerte sustento filosófico. Se instaura un método pedagógico participativo, basado en la guía del docente y la participación de los estudiantes. Se desarrolla una profunda vinculación de la Escuela con los acontecimientos de la vida del país y del mundo; lo que le orienta hacia el análisis político, creando condiciones para el desarrollo de las ciencias políticas.
La influencia del neoliberalismo, en los años 80, afecta al proceso de la Escuela y se pone el énfasis en la prioridad de los actores individuales, el economicismo, el neocontractualismo y las concepciones funcionalistas. Se debilita la importancia de los proyectos societarios y la visión crítica. El eje se desplaza desde la necesidad de la revolución y el cambio estructural de la sociedad hacia la vigencia de la ingeniería política, para el funcionamiento de la democracia.
Entre 1997-2000 se inicia un sostenido proceso de reflexión y reforma académica de la Escuela, que busca superar los problemas de la influencia neoliberal y gana terreno una visión profesionalista. Este proceso culmina con el paso al sistema de semestres y la aprobación de un pénsum caracterizado por la construcción de una plataforma común renovada de formación básica en ciencias sociales, durante los seis primeros semestres; y la oferta de una especialidad diferenciada en sociología y politología a partir del séptimo. Además se contemplaba la posibilidad de crear nuevas carreras, de acuerdo al desarrollo de las ciencias sociales y las demandas del país.
Se restablece el ciclo doctoral de tercer nivel, que estaba aprobado desde la fundación de la Escuela, aunque se implementó temporalmente.
El Consejo Universitario aprueba en junio del 2005 el funcionamiento diferenciado de la Carrera de Sociología y de la Carrera de Política, así como el Reglamento de la Escuela que institucionaliza esta reforma, mediante la cual los estudiantes podían optar por los títulos de Licenciado en Ciencias Sociales o de Sociólogo, y Licenciado en Ciencias Políticas o Politólogo, según curse cuatro o cinco años de estudio.

Se restablece, después de cuarenta años, la carrera de Política con la que nació inicialmente la Escuela, pero esta vez se lo hace sobre un nuevo fundamento. Se recoge el carácter y la identidad de la Escuela, construidos en un largo proceso docente y de investigación, en particular, el fundamento histórico de las ciencias políticas, el debate entre las corrientes oficiales y las corrientes críticas, la fundamentación filosófica y epistemológica de las ciencias, la participación pedagógica de los estudiantes en el proceso de aprendizaje. Además se introducen nuevos elementos:
el diálogo entre los aportes de las ciencias sociales de Occidente con los aportes del pensamiento político de América Latina; el viraje de la flecha del tiempo para partir de los debates actuales como base de lectura de la historia; la relación de la teoría con la aplicación de la situación
concreta actual; el refuerzo de la línea de métodos y técnicas de la investigación mediante la presencia explícita de los métodos cualitativos y cuantitativos, la incorporación de talleres de investigación aplicada y de elaboración de los proyectos de tesis y su desarrollo.

La reforma académica ha sido un proceso permanente en nuestra Unidad Académica. En el 2010 y 2011, a la luz de los cambios del marco normativo de la educación superior y del mandato de que la planificación curricular debe basar­se en la visión de competencias, se realiza un proceso de revisión, actualización y ajuste del currículo.
Tomamos como fundamento la concepción sistémica y constructivista de las competencias. Este proceso nos permite el fortalecimiento de la identidad de la carrera de ciencias políticas que toma una mayor autonomía respecto al tronco común con sociología. Se define una estructura diferenciada de la malla curricular, para responder a las perspectivas de la politología y a la formación de profesionales en este nuevo campo.

Ubicación actual La Carrera de Política 

Es una de las pocas que se ofertan en tercer nivel en el país. Cuenta con el marco normativo y académico necesario: parte de una formación básica interdisciplinaria de las ciencias sociales y luego avanza en la construcción de una identidad propia a partir del quinto semestre, enfatiza en los campos aplicados de la ciencia política, así como pone especial énfasis en la investigación para la elaboración de la tesis. Esta proyección le permite responder, de un lado, al carácter interdisciplinario y sistémico de las ciencias sociales y, de otro, al perfil científico y profesional de la carrera.
Tradicionalmente las ciencias políticas han estado ligadas al estudio del Estado dentro del marco histórico ha sido el Estado nacional. Por ello su campo profesional se ha orientado a la administración pública estatal. La orientación de nuestra carrera abre el estudio a los temas de la política, el poder y el Estado y a las diversas problemáticas de la práctica política contemporánea. La crisis del Estado nacional y la disolución de los grandes relatos afectan al propio estatuto teórico de la práctica y la teoría política, que deben empezar por fundamentar su propia existencia y legitimidad. Se vive un período de “muerte y resurrección” de la política.

Oferta y demanda profesional: 

Para el estudio del mercado profesional nos hemos basado en tres dinámicas: el análisis del tiempo estructural del país, ligado a las demandas del nuevo marco normativo, en particular la Constitución de Montecristi y la LOES, y del nuevo campo de planificación, en particular el Plan del Buen Vivir; la consulta a informantes calificados; y la observación sobre la ubicación y desempeño profesional de los egresados y graduados de la Carrera de Política.

Del lado de la oferta podemos establecer las siguientes características:
• Profesionales con formación teórica general en ciencias sociales y políticas.
• Profesionales con capacidad de visión de conjunto y crítica de la realidad socio-política nacional
y local.
• Profesionales con formación básica en la investigación científica.
• Profesionales capacitados en la planificación y en el diseño de proyectos vinculados a la teoría
y la práctica política.
• Profesionales capacitados en el trabajo de equipo dentro de la administración pública de los
gobiernos locales y del gobierno nacional.
• Profesionales con compromiso ético con la sociedad. Los egresados de las Carrera de Política se ubican en una amplia gama de funciones dentro de la administración pública local y nacional y dentro de la asesoría y acompañamiento a las organizaciones de la sociedad civil: las funciones abarcan el papel de planificadores, analistas de la realidad, comunicadores sociales, investigadores ambientalistas, promotores sociales, educadores, militantes y dirigentes políticos, funcionarios de diversas entidades públicas a nivel estatal y local.
Del lado de la demanda podemos establecer las siguientes tendencias:
• Existe demanda de profesionales en ciencias políticas desde los organismos y funciones del Estado, tanto a nivel nacional como local.
• De acuerdo a las nuevas normas jurídicas se requiere profesionales en ciencias políticas que estén capacitados para respaldar el Plan Nacional del Buen Vivir, en particular en los temas de participación ciudadana, solución de conflictos, gobernabilidad, respeto y protección de la biodiversidad, buen vivir, territorialidad, plurinacionalidad y equidad en las relaciones de poder y en las prácticas políticas.
• Existe demanda de profesionales en Política desde las organizaciones no gubernamentales y las organizaciones sociales.
• Ante la sociedad compleja del nuevo milenio, se requiere cientistas políticos capacitados en el análisis de la complejidad de las relaciones de poder y del contexto socioeconómico, para aportar a la prospectiva y a la definición de estrategias flexibles.
• Las ciencias y técnicas políticas deben orientarse sobre todo a la planificación, elaboración y gestión de proyectos, vinculados a la orientación del “buen vivir”, así como a la colaboración con las iniciativas de las organizaciones sociales.
• Se requiere profesionales capacitados en la asesoría y gestión de partidos políticos, particularmente dentro de las prácticas electorales.
• La carrera de tercer nivel se orienta a la especialización en cuarto nivel en campos como las relaciones internacionales, las políticas públicas, la organización de los actores sociales y la sociedad civil.
• Se especializa al politólogo en las problemáticas del poder, la gobernabilidad-gobernanza, la territorialidad, la participación política, las relaciones de poder público y privado, las relaciones de dependencia dentro del poder global.
Proyección de la Carrera La ciencia política tiene una relativa corta vida entendida como ciencia empírica: desde los años 50 del siglo XX. “La disciplina nace con la democracia”[1] y compartesus vicisitudes.
Surge y se desarrolla como resultado de dos procesos opuestos, pero complementarios: la necesidad de la especialización y la proyección integradora de las ciencias sociales.
Por tanto es una ciencia que está en construcción, al igual que su campo profesional.
En América Latina, “para la mayoría de los países… se puede diferenciar dos épocas fundacionales, finales de los años sesenta y principios de los años ochenta”.
De modo que vista en perspectiva, la fundación de la Escuela de Ciencias Políticas en 1960 en la
Universidad Central del Ecuador, resulta pionera. Empero no se da continuidad. La clausura de la Escuela por la Dictadura Militar en 1963, trunca este proceso; pues se la reabre con una tendencia antropologista, como Escuela de Sociología y Antropología, bajo los auspicios de la Universidad de Pittsburg. Y luego, en 1967, se reconstituye en una perspectiva sociológica, como Escuela de Sociología y Ciencias Políticas.
El proceso de constitución de la Ciencia Política como disciplina autónoma en América Latina ha estado “marcado por dos tendencias: una que tiende a absorber y desarrollar las modas intelectuales estadounidenses y europeas, y otra que busca desarrollar una Ciencia Política latinoamericana centrada.

en su propia dinámica y tradiciones intelectuales. Una de las fortalezas claves de las carreras de ciencias sociales y políticas de nuestra Universidad es que se ha desarrollado en una perspectiva crítica de la versiones oficiales y dominantes, por lo cual ha logrado constituir un fundamento y un acumulado para desarrollar la ciencia política en un diálogo entre los aportes de la ciencia occidental y los aportes y originalidad de nuestro continente. Una debilidad es no haber sistematizado este rico proceso; la constitución y desarrollo de una carrera autónoma permitirá avanzar en esta perspectiva.
La carrera de Política de la Universidad Central está iniciando su camino autónomo, por tanto la perspectiva tanto en el campo académico como en el profesional está en pleno desarrollo.
Esta situación se refleja también a nivel institucional. La planta docente es suficiente y está integrada por docentes que cuentan con cuarto nivel. El número de estudiantes ha ido incrementándose progresivamente; por ello el mercado ocupacional tiene un amplio espacio.
En este tiempo de cambios, la presencia del profesional en ciencias políticas tendrá una demanda creciente, pues la tendencia ha sido el tratamiento empírico de la política, ha sido desarrollada por juristas, economistas o personajes provenientes de otras carreras; hoy se exige la preparación en el campo específico.
El profesional en Política requiere capacitarse en competencias: en el campo del conocimiento, la formación teórica para el análisis de la realidad conflictiva y sus soluciones; en el campo de los saberes, la formación en planificación y prospectiva del poder, la política y el Estado; y en el campo de los valores, la formación de una ética del servicio en el ejercicio y orientación del poder y la política.

* Articulo publicado originalmente en el Boletín Enfoques No 3 , Carreras de Sociología y Política UCE 


[1] NOHLEN Dieter, La ciencia política en América Latina

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