Una muestra de fuerza de los estudiantes
Por Christian Palma
Desde Santiago
El lunes, con bombos y platillos, el gobierno de Sebastián Piñera
anunció un cambio al actual sistema de financiamiento estudiantil para
la educación superior. Se unificarán los dos créditos existentes hasta
ahora y se elimina la participación de la banca privada en el modelo,
asumiendo el Estado la responsabilidad de las becas. El proyecto, que
fue presentado por el tecnócrata (y cada vez mejor político) ministro de
Educación, Harald Beyer, apuntaba a destrabar uno de los nudos más
apretados en la discusión gobierno-movimiento justo a dos días de la
primera marcha del año convocada ayer por la Confederación de
Estudiantes de Chile y los secundarios.
El gobierno apostaba así a neutralizar la movilización y confiaba en
que el movimiento estudiantil liderado por Gabriel Boric y Camila
Vallejo (presidente y vicepresidenta de los alumnos de la Universidad de
Chile) sufriera las consecuencias del desgaste luego de un año de
confrontaciones.
Si bien los dirigentes valoraron y se adjudicaron como un triunfo la
salida de los bancos del sistema, insistieron en que aún falta mucho
por avanzar en esta materia, pidieron tener ojo con la letra chica y que
en las calles se lograban los cambios. Fueron escuchados. Unos 48 mil
asistentes según carabineros y 75 mil a juicio de los convocantes se
reunieron ayer dando inicio a las marchas 2012. “Un total éxito”, la
calificó Camila Vallejo. La jornada partió a las 11 de la mañana en
Plaza Italia, el centro neurálgico de Santiago, donde estudiantes
secundarios, universitarios y miembros de otros gremios iniciaron la
caminata desplazándose por la Alameda, la principal calle de la capital,
hasta llegar a la Estación Mapocho, al norte de la ciudad. El grito de
“y va a caer la educación de Pinochet” se sintió otra vez con fuerza,
acompañado de bailes, música, disfraces y pancartas alusivas al
movimiento. Como de costumbre, los asistentes presenciaron un acto
cultural marcado por los discursos de los principales dirigentes
estudiantiles. “Las familias chilenas no quieren vivir endeudadas. Este
es un ‘tapaboca’ para este gobierno, que no entiende que los estudiantes
seguiremos dando la pelea hasta que mejore la educación (...) Los
estudiantes no nos venderemos”, arengó Boric de entrada. Camila Vallejo,
por su parte, se mostró sorprendida por la concurrencia y manifestó que
“debemos sentirnos orgullosos de la convocatoria. Estamos sorprendidos
porque veníamos escuchando hace rato que los estudiantes estaban
cansados, que ya no valía la pena, que ya nadie quería marcha y ahora
esas palabras caen por su propio peso”.
La carismática dirigente agregó que “hoy día lo vemos en las calles
por la cantidad de gente que ha llegado a reformar... el pueblo de Chile
está por seguir defendiendo el derecho a la educación”. La movilización
se desarrolló de manera pacífica hasta las 13.30, cuando terminó la
actividad oficial. Sin embargo, unos 20 jóvenes con la cara cubierta
comenzaron a enfrenarse a carabineros en el turístico sector del Mercado
Central. Los “encapuchados” quemaron una caseta de seguridad ciudadana
en el lugar y se enfrentaron a Fuerzas Especiales con varios detenidos
como saldo.
Por su parte, el presidente de la Universidad Católica, Noam
Titelman, afirmó que esta manifestación debe interpretarse como un
llamado de atención al gobierno para que se haga cargo de la “crisis de
representatividad que enfrenta y para que adopte un ánimo más
dialogante”.
Desde el gobierno, el ministro Beyer consideró que esta marcha no
tenía justificación, considerando que el gobierno, con el proyecto dado a
conocer a comienzos de esta semana, estaba dando cumplimiento a las
demandas del movimiento el año pasado. “Estamos trabajando por construir
una educación de calidad, generar mayores oportunidades y un trato más
justo. Los estudiantes han dicho que quieren un año más propositivo y
los estoy esperando”, sostuvo. Por su parte, el ministro vocero de La
Moneda, Andrés Chadwick, hizo un positivo balance de la jornada y
respaldó el accionar de carabineros, duramente cuestionados en marchas
anteriores, por su excesivo uso de la fuerza.
“Hemos tenido algunos focos de violencia, algunas situaciones de
desorden público, pero que comparativamente han sido menores que en
otras oportunidades. Cuando no hay violencia, no hay agresiones,
carabineros actúa con absoluto apego a sus normas, con absoluta
prudencia y tranquilidad, porque carabineros no está para provocar a
nadie.”
A sólo unas cuadras de ahí, en medio de la marcha, estaba Gerson
Gutiérrez, el hermano de Manolito, el joven de 16 años asesinado por un
carabinero hace justo ocho meses, cuando observaba barricadas que se
producían en un barrio de Santiago en un día de protesta. Los líderes
estudiantiles lo mencionaron en sus discursos y sus familiares
participaron de la movilización. “Es una satisfacción ver que mi hermano
está en la memoria de la gente, es un agrado ver gente que nos apoya
incluso sin conocernos”, dijo Gerson antes de retornar a casa en su
silla de ruedas.
tomado de: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-192702-2012-04-26.html
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