Bicentenario en el Paraguay : Gaspar , el supremo revolucionario


Por Arturo M. Lozza

tomado del semanario Nuestra Propuesta

http://www.nuestrapropuesta.com.ar/


Paraguay conmemora el Bicentenario de su independencia, gesta revolucionaria apasionante que comenzó el 14 y 15 de mayo de 1811, que tuvo a Gaspar Rodríguez de Francia como protagonista “supremo” y que concluyó poco más de medio siglo después en una espantosa tragedia: el genocidio del pueblo paraguayo atacado por la Triple Alianza (Brasil, Argentina y Uruguay) en una guerra impulsada por el imperio británico y las oligarquías del Río de La Plata. Esa guerra se extendió de 1865 a 1870 y a Paraguay lo dejó en ruinas, de sus 2.800.000 habitantes sobrevivieron apenas 200.000, de los cuales solo 28.000 eran hombres.

Casi todos perecieron en los campos de batalla defendiendo su tierra. Ha sido la mayor tragedia histórica y una de las muestras de heroísmo más patética que se haya protagonizado en América latina. Que ahora Mauricio Macri( Alcalde de ultra derecha que gobierna la ciudad de Buenos Aires) convoque a la celebración del Bicentenario de Paraguay, en la Avenida de Mayo, suena a una burla macabra ya que él es uno de los tantos herederos ideológicos de quienes, como Bartolomé Mitre, desataron la agresión contra nuestros hermanos, y ha sido, por ejemplo, el que con su policía Metropolitana, asesinó en el Parque Iberoamericano a Bernardo Salgueiro, paraguayo sin techo en Argentina y sin tierra en Paraguay. Por lo demás, es en territorio administrado por el macrismo donde existen los clandestinos talleres textiles donde se esclaviza a cientos de residentes paraguayos.

Tanta hipocresía puede ser posible ante el desconocimiento de la historia del vecino país. La realidad ha sido ocultada a los argentinos durante décadas por historiadores mitristas, aunque hoy, con el nuevo proceso que vivimos, se desteje el velo y en esa búsqueda de la verdad, los “próceres” de aquella Argentina latifundaria

asoman como uno de los principales responsables de aquel genocidio. Aceptarlo y denunciarlo es parte de esa necesariaintegración con el pueblo hermano. Pero veamos algunos hechos de la revolución independentista del Paraguay que tenemos la obligación de saber. La cabeza más brillante de aquel proceso se llamó Gaspar Rodríguez de Francia, el Dr. Francia, como le decían. Había nacido en 1776, se graduó en la Universidad de Córdoba y se nutrió de las ideas de la Ilustración, fue primero un admirador de El Contrato Social de Rousseau, pero una vez en el poder, después de 1811, tuvo la convicción de que con eso no alcanzaba para derrumbar el poder colonial. Por eso, radicalizó sus posiciones, se convertiría en un Maximilien Robespierre, en un jacobino, en un “déspota”según el lenguaje neoliberal, en el Dictador Supremo amado y hasta venerado por su pueblo.

Había llegado a la conclusión de que los poderosos intereses económicos de las familias de la aristocracia colonial terminarían por derribar a la revolución si no se impulsaba a fondo el cambio. Y lo cierto es que terminó derrotando en toda la línea a los enemigos de la independencia y fue mucho más allá.

Frente al “liberalismo” que copiaba ideas del imperio británico y francés, el Dr. Francia cerró prácticamente las fronteras del país a lo “occidental” e impulsó las raíces culturales guaraníticas. Tanto ha sido su énfasis en este sentido, que no sólo embargó las propiedades del colonialismo español, sino que hasta emitió una ley extrema limitando herencias a los aristócratas criollos y europeos y abrió la educación a la población más empobrecida creando 300 escuelas donde la enseñanza era obligatoria y gratuita. Fue una medida tajante contra los discriminadores, contra aquellas familias elitistas que consideraban al guaraní una especie bárbaray esclava limítrofe con lo animal.

Sí, efectivamente, Francia en persona dictaba leyes, suministraba justicia, enfrentó a la corporación militar de entoncesque era aliada a los intereses coloniales, y los derrotó, derrotó también al poder de la Iglesia. Al centenarde familias de la oligarquía les quitó las propiedades, expropió tierras y las entregó al campesinado pobre, hizo una profunda revolución agraria y creó las denominadas Estancias de la Patria con asistencia directa del Estado, donde se cultivó trigo, algodón, yerba mate, maíz, legumbres y se desarrolló la ganadería a niveles nunca antes vistos en el planeta. Eso es lo que le permitió, a partir de 1822, poner en marcha un ensayo autárquico a fin de hacer que el Paraguay se sustentara a sí mismo, vistos los bloqueos sucesivos de los ríos para el comercio.

No hubo actividad económica sin que fuera apuntalada por el Supremo y sus leyes, leyes que pusieron en prácticauna eficaz distribución de la riqueza en un Paraguay aislado, pero que se autoabastecía de todo lo necesario. Nació la pequeña industria del poncho, de las monturas y mantas, emprendimientos textiles fabricaban vestimentas y uniformes, nació la industria tabacalera, las curtiembres, los astilleros, la Flota Nacional y la fundición de metales en altos hornos lo que permitió la instalación de fábricas de armamentos.

Se producían además drogas medicinales con hierbas y otras plantas. Y fue en Paraguay que circuló el primer ferrocarril de América latina.

El Dr. Francia fue también el “administrador supremo” de la economía. Sin embargo, vivía con modestia, cobrabaun simple sueldo y pagaba regularmente los impuestos. Era un incorruptible. Había expulsado del poder a la oligarquíaexplotadora criolla y a la burocracia peninsular, y estableció un férreo control estatal sobre el comercio y la economía impidiendo la libre penetración del capital y las manufacturas extranjeras.

El imperio británico, que tejía su mapa de dominación mundial, no soportaba esa audacia. A Robespierre le cayó la guillotina, pero el Dr. Francia, en cambio, falleció por enfermedad y amado por el pueblo el 20 de setiembre de 1840. Lo sucedieron una Junta Provisoria y luego los presidentes Carlos Antonio López y Francisco Solano López hasta que la Triple Alianza arremetió contra la experiencia revolucionaria del Paraguay. Bartolomé Mitre predijo que en tres meses terminarían con la audacia de los paraguayos. Pero se equivocó: la guerra se extendió casi un lustro y en la resistencia cayeron millares en los campos de batalla defendiendo la tierra y las conquistas revolucionarias.

Los invasores lo arrasaron todo, los altos hornos y las industrias, terminaron con la flota y con las Estancias de la Patria. Brasil se apoderó de una parte del territorio paraguayo y otro tanto hizo Argentina que anexó Misiones y parte del territorio de lo que es hoy la provincia de Corrientes. A partir de ese entonces, Paraguay aun hoy no puede recuperarse de aquella combinada acción criminal del imperio y la oligarquía. El pueblo atravesó dictaduras y feroces represiones, el latifundio se convirtió en el poder real, aun lo sigue siendo, y la soja reina donde antes el ampesinado iluminaba con trigales las Estancias de la Patria. Pero el espíritu de Gaspar Francia siguepresente en el el pueblo guaraní que enfrentando terribles dificultades busca hoy poner a su patria en consonancia con el proceso de la Patria Nuestra Americana.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los indígenas se mueren

Alejandro Moreano: La carne y el hueso de un intelectual *